2/11/2011

Lugares de tango

El Cafë de Hansen, mítico lugar, funcionó desde 1877 a 1912 en la intersección de las calles Figueroa Alcorta y Sarmiento, frente al hoy Planetario. Su dueño fue un inmigrante alemán que lo dirigió desde 1877 hasta 1892. Lo sucedió veinte años más el señor Anselmo Tarana. Dicen que allí nació el tango y era famoso el sitio como lugar bailable. Nada de esto está comprobado. El Café de Hansen a pasado a la historia como lugar de mala fama. El film argentino "Los muchachos de antes no usaban gomina" lo situó en ese lugar en el imaginario urbano. A comienzos del siglo veinte, la crónica policial registra varios incidentes, el más conocido fue a consecuencia de la prohibición de la ejecución del tango "El Esquinazo" que casi produjo la destrucción del local.


El Pabellón de las Rosas, en la calle Alvear, hoy Libertador, al mediodía funcionaba como restaurante, de tarde salón elegante para familias, de noche sus puertas se abrían para milongueros cuyas compañias no eran de las más recomendables. Pero nunca fue un lugar de mal gusto.
A comienzos del siglo veinte comenzó a funcionar, gran edificio señorial con ventanales al frente, se ingresaba entre jardines perfectamente cuidados. Tenía pista de patinaje y en algunas oportunidades hubo,en su interior, representaciones teatrales, hasta llego a tener una banda musical propia.
Actuaron grandes orquestas, Canaro, Berto, Castriota, Briñolo, Firpo y la orquesta gigante de Osvaldo Fresedo, con treinta profesores y dos pianos, Cobian y Delfino. La última actividad del Pabellón fue en los carnavales de 1929, luego fue demolido.
Palais de Glace

Palais des Glace, en 1910 fue construido como pista de patinaje sobre hielo, imitando el de mismo nombre de Paris. Tenía palcos, órgano musical y en el sótano las máquinas para fabricar el hielo, techo abovedado con cúpula, para tener luz natural. En 1915 se convirtió en salón de baile, con piso de madera, ahí se desarrollaron memorables noches de tango. Enrique Cadícamo escribió el tango que lleva su nombre y que inmortalizó Angel Vargas, con la orquesta de Angel D'agostino.
Palé de Glas/ del novecientos veinte/ no existe más/ con tu cordial ambiente/ allí bailé/ mis primeros tangos/ de estudiante/ allí soñé/ con los muchachos de antes/ Noches de Pale de Glas/ ilusión..../ de llevar.../ el compás.../ Tu recuerdo es emoción/ y al mirar que ya no estas/ se me encoge el corazón....Recitado ¿Qué fue de aquella rueda de amigos...? ¿Dónde estan? ¿Qué se hizo mi romántico amor?...Pale de Glas...Música que llega de allá/ y nos hace lagrimear....

Armenonville

El Armenonville, Un edificio de dos plantas rodeado de jardines, en la planta baja estaba el salón de baile con mesas y un pequeño escenario; arriba había alcobas y cuartos privados. Ubicado en Libertador y Tagle,  muy cercano al Palacio de las Rosas. Construido en 1912. Carlos Gardel y José Razzano actuaron en 1913 y dado el éxito que tuvieron fueron contratados por la suma de 70 pesos cada uno por día, que en ese tiempo era mucho dinero. El dúo llenaba la sala con sus actuaciones y con público selecto. Jorge Newbery, Marcelo T de Alvear con Regina Paccini y el infaltable Florencio Parraviccini. Posteriormente fue mudado a Figueroa Alcorta con el nombre de Les Ambassadeurs, pero poco a poco fue perdiendo popularidad.
Cuando la calle Corrientes aun era angosta al 800 de esta arteria se encontraba el Maipú-Pigall.
 En Paraná al 400 entre Corrientes y Lavalle estaba El Chantecler un lujoso cabaret con tres pistas de baile y una pileta iluminada estratégicamente fue inaugurado en 1924. Grandes orquestas actuaron en este cabaret.


Otro cabaret muy importante fue El Tabarís que abrió sus puertas en 1924, en la calle Corrientes al 830, desde l924 hasta la segunda guerra mundial, vivió su época de mayor éxito, tanto por la calidad de su cocina como por los clientes que lo frecuentaban, por ahí pasaron figuras de relieve internacional, como Eduardo Windsor, Luigi Pirandello, Jacinto Benavente, Orson Welles, Maurice Chevallier,Lily Pons, Federico García Lorca, Carlos Gardel. En su escenario actuaron figuras como Lucienne Boyer en 1938, Josefine Baker, en 1939 y Madame Mistinguette también en 1939
Marabu
.
El cabaret Marabú que en los años cuarenta brilló con las orquestas de Carlos Di Sarli, Anibal Troilo, Angel D'agostino con Angel Vargas.
Café de los Angelitos

El Café de los Angelitos de Rivadavia y Rincón, donde estuvo Gabino Ezeiza y Jose Betinotti. En 1910  fue remodelado y se decoró con los famosos angelitos de yeso, que luego fueron inmortalizados por los versos de Cátulo Castilo "El Café de los Angelitos"

Yo te evoco, perdido en la vida,
y enredado en los hilos del humo,
frente a un grato recuerdo que fumo
y a esta negra porción de café.

¡Rivadavia y Rincón!... Vieja esquina
de la antigua amistad que regresa,
coqueteando su gris en la mesa que está
meditando en sus noches de ayer.

¡Café de los Angelitos!
¡Bar de Gabino y Cazón!
Yo te alegré con mis gritos
en los tiempos de Carlitos
por Rivadavia y Rincón.

¿Tras de qué sueños volaron?
¿En qué estrellas andarán?
Las voces que ayer llegaron
y pasaron, y callaron,
¿dónde están?
¿Por qué calle volverán?

Cuando llueven las noches su frio
vuelvo al mismo lugar del pasado,
y de nuevo se sienta a mi lado
Betinoti, templando la voz.

Y en el dulce rincón que era mío
su cansancio la vida bosteza,
porque nadie me llama a la mesa de ayer,
porque todo es ausencia y adiós.


Pedemonte

El restaurante Pedemonte fundado en 1890, donde Lisandro de la Torre, hizo su última comida antes del suicidio.Como el Tortoni por sus instalaciones pasaron grandes personalidades del arte y la política argentina.






El Café Tortoni que en 1858 comienza en Rivadavia y Esmeralda y después de treinta años se
mudó al lugar donde está actualmente, Avenida de Mayo 826. La historia de Buenos Aires esta "colgada" de las paredes del Tortoni. 

Eladia Blazquez llevó al pentagrama la música y Hector Negro la vistió con nostalgica poesía, que dieron en llamar "Viejo Tortoni"

Se me hace que el palco llovizna recuerdos,
que allá en la Avenida se asoman, tal vez,
bohemios de antaño y que están volviendo
aquellos baluartes del viejo Café.

Tortoni de ahora, te habita aquel tiempo.
Historia que vive en tu muda pared.
Y un eco cercano de voces que fueron
se acoda en las mesas, cordial habitué.

Viejo Tortoni.
Refugio fiel
de la amistad junto al pocillo de café.
En este sótano de hoy, la magia sigue igual
y un duende nos recibe en el umbral.

Viejo Tortoni. En tu color
están Quinquela y el poema de Tuñón.
Y el tango aquel de Filiberto,
como vos, no ha muerto,
vive sin decir adiós.

Se me hace que escucho la voz de Carlitos,
desde esta "Bodega" que vuelve a vivir.
Que están Baldomero y aquel infinito
fervor de la "Peña", llegando hasta aquí.

Tortoni de ahora, tan joven y antiguo,
con algo de templo, de posta y de Bar.
Azul, recalada, si el fuego es el mismo,
¿quién dijo que acaso no sirve soñar?


Otros lugares de baile de similar jerarquía funcionaban en la zona céntrica de Buenos Aires, como El Tibidabo, Casanova, Maipú-Pigall, Tango Bar, Trocadero,  En los barrios, también había innumerables sitios de baile, clubes, salones de baile, sociedades culturales que organizaban bailes los fines de semana, los clubes de fooball  también organizaban bailes con la participación de las principales orquestas típicas, generalmente acompañadas por una banda. La lista de lugares donde se bailaba es interminable, pero vamos a recordar algunos de los más conocidos en el ejido de la ciudad de Buenos Aires.
El Palermo Palace, La Enramada, Palacio del Baile, Palacio de las Flores, Salón la Argentina, Salón Rodríguez Peña, Glorias Argentinas, Jose Hernandez; Social Rivadavia  El Palacio Rivadavia, Pedro Echagüe, Rodeiro, Villa Malcom, Social Villa Crespo, Estrella de Maldonado, y muchos más que mi mente no recuerda. Invariablemente todos los fines de semana se organizaban reuniones bailables, con asistencia plena: Esto se mantuvo hasta promediar la década del 50, donde comenzó a mermar por la incidencia de otros ritmos que comenzaron a influir en los gustos juveniles, influenciados por una publicidad muy bien dirigida que fue lentamente cambiando las preferencias musicales, El rock and roll fue uno de los ritmos que tuvo una penetración importante, con la ayuda de la industria discográfica y radial, se fue desplazando la música nuestra a tal punto que entraron en crisis muchas orquestas de primera linea. La figura de Elvis Presley y más adelante los Beetles fueron opacando el brillo de la música ciudadana, que obviamente mantuvo su vigencia en las generaciones mayores, pero fue perdiendo adeptos en los jóvenes en su totalidad.
Pasado un tiempo de readaptación, el tango, como el ave fénix volvió de sus cenizas. Pero esa es otra historia.